El sexo oral es sin duda alguna una de las herramientas más eficaces para hacer disfrutar a nuestra pareja en la cama. Tanto por un lado como por otro, utilizar nuestra boca, nuestros labios y nuestra lengua para hacer ver las estrellas a esa persona tan especial, masajeando y succionando sus genitales, se ha convertido de hecho en una de las facetas favoritas del sexo para muchos. Es habitual que los hombres siempre pidan a las chicas que les practiquen sexo oral, pero cada vez son más las chicas que también se están desatando en este sentido, y entendiendo que es algo que debería ser recíproco, hoy por mí mañana por ti, y que ellas también merecen sentir un buen placer ahí abajo.
Hay, por supuesto, hombres muy hábiles con su lengua y sus labios, que son capaces de llevar al éxtasis a cualquier mujer cuando están entre sus piernas. Sin embargo, muchos adolecen de la falta de práctica, y aunque ponen empeño, no parecen demasiado hábiles a la hora de hacer disfrutar a su chica cuando se trata de realizarle el sexo oral. Cuando es una chica la que lo recibe se llama cunnilingus, y es todo un arte que, si un hombre sabe dominar, le puede abrir las puertas a la gloria, tanto a él como a ella. Cada mujer es un mundo, y desde luego que hay que saber lo que les gusta y lo que no, pero es cierto que hay ciertos consejos muy útiles que suelen servir para todas, a la hora de hacerles gozar a través del sexo oral con un buen cunnilingus. Si quieres convertirte en todo un experto, sigue leyendo y estúdiate bien estos consejos.
Empieza suavemente
El sexo oral sirve normalmente para empezar a excitar a una mujer, de la misma forma que con el hombre funciona para provocar una erección de una forma mucho más rápida y eficaz. Las chicas, cuando se excitan, empiezan a mojarse en esa parte, con una lubricación natural que el propio cuerpo femenino produce, como momento previo a la penetración, para que esta cueste menos. Haya o no haya penetración después, el sexo oral siempre debe empezar suavemente para luego subir de intensidad. Especialmente cuando estemos en los prolegómenos y todavía no hayamos llegado muy lejos con las caricias y los besos. Empezaremos poco a poco y notaremos como la chica se excita por sus sonidos, y también por la propia lubricación de su vagina.
Ve aumentando la potencia poco a poco
Debes ir poco a poco aumentando el ritmo, jugando con sus labios vaginales y metiendo tu lenta también en su vagina, pero muy poco a poco, como dejando el clítoris para el final. Se trata de chupar y lamer de manera intensa, pero aquí ya dependerá de cada cuál cómo utilizar esa intensidad, en el sentido de que hay mujeres que se excitan cuando su chico va más allá e incluso las muerde suavemente en esa zona, bastante sensible por cierto. Ve buscando sus reacciones, moviendo tu lengua de arriba abajo y de dentro a afuera, para ir abriéndote camino hacia el botón del placer, el clítoris, ubicado en la parte superior interna de la vagina. Concentrarse primero en lo que encuentras por fuera y en los labios menores suele dar buen resultado para que todo vaya como la seda.
Céntrate en los labios menores
Con tu lengua bien lubricada, demuestra cómo te mueves ahí abajo, llevando al placer a tu chica con unos buenos lametones a sus labios menores. A estas alturas deberías ya discernirlos, pero por si acaso, son los que están más adentro de la vagina, normalmente más rugosos. Son la puerta de entrada al placer, así que debes concentrarte en ellos para que tu chica empiece a lubricar de verdad. También suele ir muy bien realizar pequeñas succiones con los labios, casi como besos ahí abajo, algo que, en conjunto con el tema de la lengua, hará que tu chica empiece a ver las estrellas y se prepare para la gran ristra final, ahí donde tenemos que sacar toda la artillería pesada y de hacerlo bien, incluso podremos provocarle un organismo sin necesidad de penetración.
Usa también tus dedos
Aunque el cunnilingus es, por definición, una técnica de sexo oral, también podemos combinarla con un poco de masturbación con los dedos, para lograr nuestro objetivo último, que es hacer disfrutar al máximo a nuestra chica. Además de utilizar nuestra boca y nuestra lengua, los dedos nos serán muy útiles para alcanzar el clítoris, ya que por muy larga que la tengamos, la lengua queremos decir, cuesta que llegue hasta tan adentro en muchas ocasiones. Utilizar los dedos facilitará ese acceso y además propiciará un placer más más extremo para la chica. Es por eso que nosotros recomendamos combinar ambas técnicas, para que el cunnilingus sea inolvidable y su vagina lo disfrute al máximo.
Prueba otras de posturas
La posición para realizar el cunnilingus también es algo importante, como ya debes saber a estas alturas. Lo habitual es que ella esté tendida en la cama, boca arriba, y tú estés delante de ella, accediendo a su vagina mientras te agachas. Sin embargo, hay muchas otras fórmulas interesantes, como por ejemplo, la postura de lengua de gato, con ella sobre la cama y tú de rodillas en el suelo, accediendo sin tener que agacharte. Igualmente, también puedes probar la del perrito, con ella a cuatro patas ofreciéndote su vagina y tú realizando el cunnilingus desde detrás. Y por si te quieres poner doblemente juguetón, nada mejor que un 69, en el que podáis haceros disfrutar mutuamente al mismo tiempo, uno sobre el otro, siendo más cómodo el que ella esté arriba. Las opciones son muchas, e incluso habrá manera de inventar otras nuevas. O importante es saber disfrutar de todo ello al máximo.