Hacer ejercicio es, junto a llevar una alimentación saludable, uno de los puntales que hacen que cualquier persona pueda estar sana y tenga una vida cien por cien aprovechable. La alimentación se encarga de nutrir a nuestro cuerpo para que tengamos las fuerzas necesarias para todas las tareas cotidianas que debemos llevar a cabo, como trabajar, ir de un sitio a otro y también hacer ejercicio. A través de los nutrientes, las proteínas y todo lo que nos aporta una buena alimentación equilibrada, encontraremos el punto perfecto para poder desarrollar todas esas actividades con la fuerza y la motivación necesarias. Porque a pesar de todos los beneficios evidentes que el ejercicio aporta, si no hay motivación, será complicado que cualquiera se interese por seguir practicando cualquier ejercicio durante un periodo prolongado de tiempo.
Ponernos en marcha desde cero, si estábamos en baja forma, costará bastante cuando queramos empezar a entrenar. Da igual que vayamos al gimnasio, que salgamos a correr por nuestra cuenta o que nos hayamos inscrito en clases deportivas. El caso es que necesitaremos mucha motivación, además de fuerza de voluntad y algo de tiempo, para sacar adelante un rato de ejercicio físico diario. No resulta sencillo, porque siempre estamos muy atareados y no tenemos tiempo para nada. Sin embargo, si logramos buscar ese rato diario para el ejercicio, los resultados nos sorprenderán y comprobaremos muy pronto que hemos tomado la decisión correcta, al encontrarnos más sanos, más enérgicos. Estos son los principales beneficios de realizar ejercicio de forma rutinaria.