Cada vez son más los alimentos que se preparan con proteínas especiales, que se encuentran en la naturaleza pero para llegar a su punto óptimo deben pasar por un procedimiento normalmente químico que hace que su valor sea aún mayor. Es lo que ocurre con una nueva microproteina llamada Quorn, que es extraída de un hongo en el norte de Europa y que se ha convertido en uno de esos alimentos creados por el ser humano más populares de los últimos años. Y es que cada vez se buscan nuevas alternativas para hacer que la alimentación sea más sana, pero también más ecológica.
¿Se consigue esto con el quorn? En principio, la proteína es de origen vegetal ya que viene de un hongo muy específico. Sin embargo, ese hongo se cría y se fermenta en grandes tanques en laboratorios, por lo que al final toda su existencia, o al menos en la mayor parte de la misma, se debe a la mano del ser humano. Esto hace que pase por diversos procesos de fermentación química y que no sea un producto cien por cien natural. Sin embargo, sus ventajas son suficientes como para poder convertirlo en algo más especial, en algo que llame la atención de los clientes, que se atrevan a probarlo.
¿De dónde proviene el Quorn?
El quorn es una microproteina que se obtiene de un hongo muy particular, llamado Fusarium venenatum, un hongo flamentoso que fue descubierto a finales de los años 60 y cuyas propiedades calóricas y proteínicas son muy parecidas a las de la carne. En los años 80, este hongo se volvió muy popular como alternativa a la carne, o como complemento a la misma, en aquellas dietas que buscaban un mayor porcentaje de proteínas. Gracias a eso, su producción fue elevándose cada vez más, hasta llegar a hoy en día. Hace tan solo una década que su patente es libre, así que cualquier empresa puede fabricarlo, y eso ha hecho que el mercado del quorn se extienda bastante también.
¿Una opción totalmente vegana?
Mucho se ha discutido sobre lo adecuado del quorn para una dieta vegana, por ejemplo, ya que supone una magnífica alternativa a las proteínas de la carne que los veganos no consumen. De hecho, el quorn se añade en muchas ocasiones a productos como hamburguesas o carne de no pollo, dirigidos directamente al sector vegano. Sin embargo, en algunas ocasiones esos productos pueden estar mezclados con carne real, aun llevando quorn, así que lo mejor es tener mucho cuidado y fijarse bien en las etiquetas. De la misma forma, hay varias empresas que, para la fermentación del quorn, utilizan claras de huevos, lo que puede alejar también a muchos veganos de su consumo.
Microproteína y su perfil nutricional
La fama del quorn viene dada sobre todo por su magnífico valor nutricional, siendo una microproteina muy adecuada para complementar a las proteínas cárnicas. Con 11,5 gramos de proteínas por cada 100, su aporte en este sentido es magnífico, siendo importante también el de fibra. Lo mejor es que también es bajo en carbohidratos, lo que consigue dejarlo en tan solo 88 calorías por cada 100 gramos. Es así un producto perfecto para cualquier dieta que sea baja en carbohidratos y que busque bajar peso, pero mantener por supuesto todo el nivel de proteínas y las calorías controladas. Se podría considerar casi una proteína perfecta porque además sacia muchísimo.
¿Es una alternativa completamente sana?
La polémica sobre el quorn se lleva dando desde su creación. En Europa su consumo está más que garantizado, pero en Estados Unidos el mercado local siempre pone muchas más restricciones. Se han detectado algunos casos en los que el quorn ha podido provocar ciertos brotes asmáticos, pero siempre en personas con antecedentes. Para el resto, el quorn es una maravillosa alternativa, sana y muy completa. Eso sí, debemos fijarnos muy bien quién lo produce y estar al tanto de su método de producción, para que no nos den gato por liebre y nos vendan esta proteína saludable mezclada de carne de baja calidad o con otros productos mucho peores.